La primera vez que vi porno interracial algo recorrió mi interior de una manera que nunca antes había experimentado, era como un hormigueo que pasaba por todo mi cuerpo….. hasta llegar a mi ano.
No sé que fue lo que me motivo más si la insaciable obsesión por probar una verga negra, ó el hecho de ponerme la ropa de mi hermana menor, pero visite el cine porno muchas veces en busca de una verga negra.
Siempre tuve un amigo moreno, igual que yo se excitaba al fumar marihuana, y aunque varias veces le vi el pene nunca tuve la oportunidad de probarlo, aunque vaya que si lo agarre….
Me encantaba salir en las noches vestida de puta semi desnuda mostrando las bragas o tangas que le robaba a mi hermana. Deseando ser la puta de cualquier desconocido. O desconocidos.
Después de mucho tuve la oportunidad de vivir en mi propia casa, fue cuando mi obsesión comenzó a volverse realidad, la primera ves que fui a un motel con un extraño, me follo tan duro que grite como una perra, en realidad lo digo , había visto tanto porno en mi vida, que no podia creer el sonido que hacia, igual que las perras que tanto me gustaba ver siendo folladas por el ano, me volvió loca la manera en que una verga dentro de mi ano me hacia sentir, y por como termino todo, comencé a buscar aventuras mas seguido.
Salía a las calles de mi colonia por las noches vestida de putita, en busca de vergas deliciosas en las cuales montarme.
Pero la primera vez que consumí cri- me volí loca.
Siempre tuve miedo de probar algo que no debiera o que me hiciera sentir de una manera anormal.
Pero juro por todo lo que he visto y existe en mi memoria que no me había sentido tan excitada en mi vida hasta después de ese primer bocado de humo.
El sujeto que me invito me follo 12 horas seguidas.
Cuando se fue yo aun tenia mi ano palpitando deseoso de mas verga y mi boca deseaba semen como si fuera agua.
La segunda vez que lo probe, fue la primera vez que me lamieron el ano, no había sido tocada por una lengua en mi ano en toda mi vida. Y la sola idea de probarlo me hizo sentir escalofríos de placer.
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